
Transmitancia térmica
La transmitancia térmica mide el flujo de calor a través del material debido únicamente a la diferencia de temperaturas entre el exterior y el interior, sin tener en cuenta la radiación solar o los flujos de aire a través de los cerramientos.
La transmitancia térmica de un cerramiento se calcula de manera proporcional a la superficie que ocupan cada uno de los elementos del cerramiento.
Analizando los sistemas de carpintería actuales, se puede apreciar fácilmente que el elemento determinante para la transmitancia térmica del cerramiento es el vidrio, ya que es el elemento que más porcentaje de la superficie ocupa en la ventana (en muchos casos supera el 80%).
En la siguiente tabla, extraída igualmente del reciente estudio de TECNALIA, se puede ver una comparativa de ahorro obtenido comparando dos carpinterías de aluminio, ambas con Rotura de Puente Térmico (RPT). Una de ellas con un valor de transmitancia térmica de los marcos de 2 W/m2K y otra de 3,5 W/m2K. En la tabla se puede ver que con una mejora de la transmitancia térmica de los marcos del 43% (de 3,5 a 2 W/m2K), tenemos una mejora del 0,66% del ahorro energético. Esto nos dice que la transmitancia térmica del marco no es uno de los factores más determinantes a la hora de valorar la eficiencia energética de un edificio.
En esta tabla, se puede ver, en la columna de demanda total, la diferencia de demanda de dos carpinterías de aluminio con rotura de puente térmico con valores de transmitancia de 2 W/m2K y 3,5 W/m2K respectivamente.
En efecto, vemos el ahorro de casi un 36% (la demanda pasa de 111 a 71 kWh/m2) que supone sustituir las ventanas existentes, con prestaciones anteriores al CTE, por unas ventanas con Rotura de Puente Térmico. Sin embargo, la diferencia entre las dos series de ventanas de aluminio con RPT, con una mejora de la transmitancia térmica de los perfiles del 43% (pasan de 3,5 a 2 W/m2K), no añade ni tan siquiera un 1% adicional.
Por consiguiente, se llega a la conclusión de que la transmitancia térmica del material con el que se fabrican los perfiles de las ventanas no es tan determinante de cara al ahorro energético como se nos quiere hacer creer en algunos casos de forma interesada.