Tras el anuncio del presidente estadounidense Trump de que se impondrá un arancel del 10% a todas las exportaciones de aluminio de todos los países siguiendo las recomendaciones del informe del artículo 232 European Aluminium ha publicado una nota de prensa.

"Lamentamos la decisión del presidente Trump de imponer un arancel a todas las importaciones de aluminio, independientemente de su país de origen. Las exportaciones europeas de aluminio a los Estados Unidos, teniendo en cuenta tanto su cantidad como sus características, no representan ninguna amenaza para la seguridad nacional de los EE.UU. Lo que es más importante, esta tarifa general no aborda la causa fundamental de los principales desafíos a los que se enfrenta la industria del aluminio en la actualidad: el insostenible y estable aumento de las sobrecapacidades de aluminio en China. Este desafío global solo se puede gestionar de manera efectiva a través de una solución global y de largo plazo basada en reglas multilaterales y aplicación común, como la creación de un Foro Global de Aluminio dentro del G20", comentó Gerd Götz, Director General de European Aluminium.

Estas medidas sin precedentes amenazan con desestabilizar los flujos comerciales mundiales. Como resultado del arancel, European Aluminum teme una interrupción de la relación comercial actual entre los Estados Unidos y Europa, que tienen cadenas de valor fuertemente interconectadas y un número significativo de multinacionales que operan en ambos territorios. La Asociación también teme que las medidas probablemente den como resultado una redirección de productos de aluminio de terceros países a Europa. Deben tomarse medidas decisivas para neutralizar los efectos en las empresas europeas.

"La cadena de valor europea ya está bajo una enorme presión debido a la sobrecapacidad global, las medidas anunciadas ponen en peligro miles de empleos en más de 600 plantas, muchas de las cuales son PYME’s, en países como Alemania, Italia, Francia, España, Suecia y Centro y Países europeos del Este. Instamos a la Comisión Europea y a los Estados miembros de la UE a implementar sin más demoras medidas para proteger nuestros intereses industriales, de conformidad con las normas comerciales internacionales ", concluye Götz