Aventuras aeroespaciales del aluminio

La AEA recuerda y subraya la importancia del aluminio como material esencial en la industria aeroespacial. Este metal ha sido clave para el éxito de programas espaciales como el Apolo, se ha usado en el Sputnik 1 y más recientemente en las misiones de SpaceX. Su durabilidad, resistencia, bajo peso y maleabilidad lo convierten en el material idóneo para la fabricación de aviones comerciales y militares.
30 de August 2023

Aventuras aeroespaciales del aluminio

Ligero, resistente y duradero, el aluminio lleva décadas impulsando el vuelo, haciéndonos llegar al infinito… ¡y más allá! De hecho, no es exagerado decir que la aviación moderna y la carrera aeroespacial no habrían sido posibles sin él. Hablamos de un metal que no sólo encontramos de forma cotidiana en sectores como el de la alimentación, el automovilístico o la construcción. También en este otro, el aeroespacial, que según recuerda la Asociación Española del Aluminio (AEA), que representa a más de 600 empresas del sector, supone un alto porcentaje de la actividad para la industria a nivel mundial.

El papel del aluminio en la carrera espacial

El aluminio ha desempeñado un papel crucial en la exploración espacial desde el principio. Elegido por su ligereza y su capacidad para soportar las tensiones y el estrés elevado de los viajes espaciales, el aluminio se ha utilizado en el Sputnik 1, en el programa Apolo y, más recientemente, en las misiones de SpaceX. Este material se ha empleado en la construcción de transbordadores espaciales y otros muchos equipos espaciales. Los cohetes de propulsión sólida, incluidos los motores de los transbordadores espaciales y los cohetes de aeromodelismo, usan aluminio como combustible principal.

Entre los hitos espaciales más destacados en los que el aluminio ha estado presente de mil maneras, la Asociación del Aluminio de Estados Unidos destaca los siguientes:

1969 - La misión del Apolo 11 a la Luna estuvo basada en gran medida en el aluminio. El modelo lunar Eagle estaba construido casi por completo en aluminio y utilizaba amortiguadores en forma de panal, fabricados también en este metal. Gracias a sus propiedades de estabilidad mecánica, amortiguación y gestión térmica, el aluminio se comporta especialmente bien en el espacio.

1981 - La NASA lanza el primer transbordador espacial Columbia, cuyo diseño se hizo mayoritariamente en el aluminio. Según el astronauta Tom Jones, "el peso combinado del aluminio y las baldosas de aislamiento térmico" hicieron de este material la elección perfecta para el programa del transbordador.

1998 - Para poder transportar material a la Estación Espacial Internacional, la NASA necesitaba reducir el peso del tanque externo del transbordador espacial en un 10%, es decir, 2.500 kilos. El rápido desarrollo de una aleación de aluminio y litio fue decisivo para lograrlo.

2011 -  La NASA lanza el rover Curiosity de Marte, una exploración espacial robótica para buscar pruebas de vida pasada en la superficie del planeta rojo. Ligeras, duraderas y extraordinariamente resistentes, las aleaciones de aluminio de la era espacial fueron la mejor elección para construir el cuerpo y las ruedas del robot Curiosity. Al igual que la carrocería de un coche, la carcasa de aluminio del rover era como una capa exterior resistente que mantenía protegidos y a temperatura controlada los componentes electrónicos vitales y sensibles del vehículo.

2014 - Lanzamiento de Orion de la NASA, vehículo de exploración espacial de nueva generación. Las estructuras primarias de la nave se fabricaron con una aleación de aluminio y litio.

2020 - Mars Perseverance fue la primera aeronave de la historia en realizar un vuelo propulsado y controlado en otro planeta. Esto no habría sido posible sin el aluminio, que contribuyó a su diseño con una mezcla de aluminio de grado de vuelo y aluminio blando no aleado. Estos componentes permitieron que el helicóptero fuera ligero, sobreviviera a temperaturas bajo cero y aguantara múltiples aterrizajes.

El papel del aluminio en la aviación moderna

Más allá de los viajes espaciales, el aluminio también adquiere un rol más que significativo dentro de la industria de la aviación moderna. Las aleaciones de este metal son la elección mayoritaria para la fabricación de aviones comerciales y aviones militares de carga y transporte. Su uso se generalizó durante y después de la Segunda Guerra Mundial y, desde entonces, el material se ha convertido en ingrediente clave para el diseño y proyección de todo tipo de aviones y aeronaves.

Hay diferentes aleaciones en el mercado, pero en específico para su uso aéreo, se encuentra el aluminio 6061 (también llamado aluminio aeroespacial), como el más frecuente y con peculiaridades especiales para este tipo de construcciones. Está conformado por un 98% de aluminio y otros elementos, como el titanio, cobre, hierro y silicio. Es ideal para la estructura de todo tipo de aeronaves y se usa, también, para fabricar alas y fuselaje de cadenas de aviones comerciales, debido a su gran resistencia a la corrosión. 

Además, el aluminio también presenta un equilibrio entre alta resistencia, bajo peso, durabilidad y versatilidad de diseño. Todo ello lo convierte en uno de los mejores aliados, capaz de aguantar y resistir frente a las condiciones más duras y extremas.

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